En 1962, Marvel acababa de empezar su línea superheroica en sus cómics. Habían tenido un éxito inesperado con Los 4 Fantásticos que no consiguieron replicar con El increíble Hulk (solo duró 6 números en su primera intentona), pero Thor, que no tuvo título propio hasta mucho después de su debut, y Spider-man habían sido tal pelotazo que se vieron obligados a ampliar su colección de supertipos. Stan Lee, queriendo desafiar a sus lectores, decidió que este personaje nuevo sería un millonario que fabricaba armas para el ejército pero que, pese a todo, tendría un problema de corazón que le impediría luchar con normalidad: había nacido Iron Man.
¡El hombre de hojalata contra el coche invencible!
Durante años, Iron Man fue uno de los héroes secundarios de la editorial. Sí, creó Los Vengadores, financió a todo el mundo y tuvo historias míticas como El diablo en la botella, pero el público de a pie no le conocía de nada. Así que, a priori, parecía extraño elegirle como el primer personaje en pasar al cine oficialmente bajo el paraguas del nuevo Universo Cinematográfico. Sin embargo, precisamente por eso sintieron que no tenían nada que perder… y el resto ya os lo sabéis: fue tal éxito que continúa coleando hasta nuestros días, tanto con Ironheart como con Robert Downey Jr enfundándose la careta del Doctor Muerte en Vengadores: Doomsday.
Y sin embargo, si nos fijamos bien en la película original, podemos ver algunos errores de principiante. Por ejemplo, en la escena en la que Iron Man salva un coche con una familia dentro y para ello lo pone totalmente vertical, podemos ver que el pelo de los dos hijos, el padre y la madre, sigue estando exactamente igual que en los planos anteriores, sin caerse hacia delante como debería ocurrir. Mucho grito, sí, pero claramente se olvidaron de lo que estaba pasando en la escena.
Sin embargo, nadie recuerda Iron Man por sus fallos, sino por lo divertida que es y por ese plano final con Samuel L. Jackson, que entró al rodaje sin ningún tipo de acuerdo para aparecer en más películas. De hecho, el diálogo que mantiene con Tony Stark se fue escribiendo sobre la marcha, e incluso hay una versión del mismo donde menciona “accidentes gamma, mordeduras de bichos radiactivas y mutantes”. Sin embargo, como no tenían los derechos, decidieron dejar este momentazo al margen. ¡Y mira ahora!