A un día del comienzo del Mad Cool, y con un partido del Real Madrid a la misma hora, no era quizá el mejor momento para este concierto de dos artistas como Aloe blacc Y Maxwell. El primero es conocido fundamentalmente por su tema “I Need A Dollar” (sonaba en una serie de la HBO) y por poner la voz al éxito de Avicii “Despiértame”; Y Maxwell tuvo algunos éxitos a mediados de los 90 y a principios de los 2000, pero lleva muchos años sin publicar nada nuevo. Y así fue, porque, por desgracia, no se llegó mucho más que al tercio del aforo.
Comenzaba la tarde con un Aloe blacc impecablemente vestido y una banda que cumplió, pero que no fue especialmente brillante, interpretando “I Need A Dollar” (tema que recuerda irremediablemente a Bill Withers). Alargaron la canción con un mezcla de piezas con ritmo de reggae, como “Message In A Bottle” (La policía), “Sin mujer no hay llanto” (Bob Marley), de “Maneater” (Hall & Oates). Preguntó al público si conocían esta última y, al recibir unos cuantos síes de respuesta, dijo bromeando: “hay gente muy mayor aquí”.
Blacc estuvo muy parlanchín toda la tarde, hablando del amor, de Martin Luther King y de lugares comunes demasiado trillados, e incluso organizó un baile tren del alma para el público (se deja un pasillo hacia el escenario y la gente va, uno a uno, en procesión bailando hacia él). Y entre el baile y la verborrea interpretó temas propios y versiones como “The Man” (donde utiliza “Your Song” de Elton John), “California Dreamin’” (de Las mamás y los papas), “Can You Do This” o, por supuesto, “Wake Me Up”, el gran éxito que tuvo con Avicii. Fue un concierto entretenido, que animó al público para recibir con ganas al plato fuerte de la noche, que no era otro que Maxwell.
A eso de las diez y media de la noche aparecían en el escenario los miembros de la excelente banda de Maxwell (guitarra, bajo, batería, teclados, órgano Hammond B3 y dos coristas) y, segundos después, entraba el cantante con una sonrisa de oreja a oreja para arrancar con el “Simply Beautiful” de Al Green. Obviamente no era el jovencito que recordaba de sus primeros trabajos, pero sigue teniendo una voz magnífica con un registro muy amplio.
El concierto estuvo absolutamente medido (quizá porque las canciones van acompañadas de vídeos proyectados como fondo del escenario) y las 18 canciones que interpretó fueron las mismas, y en el mismo orden, que en prácticamente todos los conciertos de esta gira. No se dejó ninguno de sus grandes éxitos, como “Get To Know Ya”, la genial “Sumthin’ Sumthin’”, o “Whenever Wherever Whatever”.
Al igual que Blaccestuvo muy hablador, diciendo lo mucho que le gustaba Madrid, que el público era el mejor que había visto, que no importaba que el recinto no estuviera lleno porque se notaba que le mostraban su amor, etc., etc. Pero tanta charla se le perdonaba, porque aquello no podía sonar mejor. Todos los músicos demostraron ser excelentes, pero, puestos a resaltar a alguno, me gustaron especialmente el batería Charles Haynesel guitarrista David lanza (está con Maxwell desde sus inicios y ha sido su director musical) y, sobre todo, Shedrick “Shed” Mitchellque le dio a las canciones un precioso toque soul clásico con su virtuosismo en el Hammond B3.
Para cerrar una muy buena noche de neo alma, Maxwell interpretó “Fortunate” (que fusionó con “You Are My Starship”, el temazo de Norman Connors), la inevitable y excelente “Ascension (Don’t Ever Wonder)” y, como propina, “Pretty Wings”. Ya al final, y antes de saludar con toda la banda, se dedicó a lanzar rosas y a firmar camisetas, gorras, discos y, prácticamente, todo lo que le lanzaban.
En definitiva, dos buenos conciertos de soul, r&b y neo soul (el segundo especialmente), que merecieron un recinto con mucho más público.
Fotos Maxwell + Aloe Blacc: Adolf Añino