El actor no solo se avergüenza de esta película de 2003, sino de su propio trabajo en ella, pero había que pagar las facturas: “Necesitaba trabajar”

A sus 67 años y con más de 40 años de carrera en los que ha aparecido en más de 80 películas, Gary Oldman es uno de los actores más reputados de Hollywood. Tres veces nominado al Oscar y ganador en 2018 por la película El instante más oscuro, el intérprete ha trabajado desde en numerosas obras de prestigio y aclamadas por público y crítica como Oppenheimer, El topo, Amor a quemarropa o El profesional (León), por citar solo algunas, hasta en varias sagas de éxito y fenómenos blockbuster como la trilogía de Batman de Christopher Nolan, las películas de Harry Potter o la saga de precuelas de El planeta de los simios.
Gary Oldman es uno de esos actores queridos y reconocibles por todos y su carrera está muy lejos de terminar: mientras triunfa también en la pequeña pantalla con la elogiada serie de Apple TV+ Slow Horses, ya tiene nuevos proyectos en marcha.
Sin embargo, en los primeros 2000 Gary Oldman pasó por un complicado momento profesional y vital que le hizo experimentar uno de sus peores batacazos en su carrera: la película Tiptoes de 2003 que se considera una de las peores en las que ha aparecido.
En Tiptoes, Oldman interpretaba al hermano con acondroplasia del personaje protagonista, que era interpretado por Matthew McConaughey, y ya solo la premisa inicial de la película resultaba problemática: una comedia romántica que giraba en torno a los temores de una pareja, Steve (McConaughey) y Carol (Kate Beckinsale), de que el hijo que esperan herede los genes de su tío y del resto de la familia.
Una de esas películas en las que todo puede salir mal
El filme fue recibido con terribles críticas y no estuvo exento de polémica a raíz de la elección de Oldman para interpretar a un personaje con esta condición.
Gary Oldman tampoco está orgulloso de Tiptoes y sobre ello habló abiertamente en su visita al famoso podcast Happy Sad Confused el pasado mes de julio. Durante la entrevista, el oscarizado actor con título de Sir británico bromeó con no saber de qué película le estaba hablando su presentador Josh Horowitz y admitió que no había llegado a verla. Sin embargo, quiso ser sincero al respecto: cuando la hizo no pasaba por un buen momento:
“Seré muy sincero. Había pasado por un divorcio y un lío desagradable con un contratista”, empezó a explicar.
Terminé en California, en Los Ángeles, a los 42 años, siendo padre soltero y estaba en la ruina. E, irónicamente, vivía bajo el cartel de Hollywood, en un alquiler. No teníamos muebles, gracias a Dios por Ikea
Cuando le llegó la propuesta de Tiptoes, el actor llevaba cerca de dos años de trabajar y se había visto afectado por la huelga de actores que había habido, por lo que se encontraba en una situación económica compleja que le hacía necesitar trabajo.
“Fue una época un poco difícil, necesitaba pagar algunas facturas y dinero, y encima había una huelga de actores, lo cual fue un doble golpe. Y entonces surgió esta película, la loca idea de este director: interpretar a una personita. Y al hermano de Matthew McConaughey”, recuerda Oldman.
Además, el actor reconoce que no solo es un problema de la película, sino que tampoco está orgulloso de su propio trabajo: “Me enfrasqué en hacer una voz así, porque tenía que sonar como Matthew. Éramos hermanos, así que, de alguna manera, tenía que sonar como Matthew. Y luego me puse de rodillas… Medidas desesperadas, tiempos desesperados”, recuerda sobre el detalle de que realizó la mayor parte del rodaje sobre sus rodillas para emular la estatura de su personaje. “Necesitaba trabajar”, insistió. “Y era una idea loca. Pero, ¿lo haría ahora? No”.
Con un 22% de la crítica y un claro suspenso también por parte del público, Tiptoes no es una película de la que sentirse orgulloso y es una de las peores de Oldman, pero también una prueba de que incluso los mejores pueden pasar por horas bajas.