Manuel Gómez Pereira dirige esta adaptación de la obra teatral ‘La cena de los generales’ con Mario Casas y Alberto San Juan al frente de un reparto coral. En cines el 17 de octubre
Es abril de 1939. La Guerra Civil acaba de terminar y el bando nacional se dispone a celebrar la victoria. Franco quiere una cena por todo lo alto, así que manda al teniente Medina al Hotel Palace para que lo preparen todo para su llegada esa misma noche. ¿El problema? que todos los chefs están en la cárcel por republicanos.
Así es como comienza La cena, la nueva comedia de Manuel Gómez Pereira que adapta la obra de teatro La cena de los generales y que llega a los cines este viernes 17 de octubre. Una película sobre el conflicto español desde un punto de vista más humorístico. “No es que nos riamos del dolor; nos reímos para seguir adelante a pesar del dolor, y también con ánimo de comprenderlo y de intentar no repetir tragedias”, dice Alberto San Juan -quien interpreta al maitre del Palace, Genaro- en una entrevista con SensaCine. Añade su compañero Mario Casas, que interpreta al teniente Medina, que “cuanto más ves sufrir a alguien, más empatizas y más gracia puede hacer”. Aquí la empatía está servida, porque todos los protagonistas -sean de un bando o de otro- van a sufrir para que la cena salga bien y todos puedan salvar el pellejo.
“Nosotros [los españoles] tenemos tradición de comedia. Es la base del esperpento, ¿no? Y esto es de aquí. La comedia nace cuando algo muy dramático entra en conflicto con lo absurdo, con situaciones llevadas al extremo. El dramatismo de la situación da pie al humor. Si estos hombres y mujeres no estuvieran a punto de morir, sus reacciones serían distintas. Es esa pugna entre el drama y la vida lo que hace que funcione”, apunta Elvira Mínguez, que interpreta a la subchef Juana.

A Contracorriente Films
Y parece fácil al decirlo, pero hacerlo no lo es en absoluto. El autor de la obra de teatro original escribió la historia en 1998 y no la estrenó hasta 2008 porque no sabía quién querría adaptar ese “disparate”. Ahora, casi 20 años después, Gómez Pereira se encarga de llevarlo a la gran pantalla con mayor seguridad. “Es una película que ha estado en mi cabeza desde hace mucho tiempo, y eso te da una perspectiva del momento, de su época y de cómo ha ido cambiando la sociedad”, señala el director a SensaCine, “Desde entonces han pasado muchos años, y en ese tiempo la historia ha seguido evolucionando en mi cabeza”.
Quizá fue positivo no poder hacerla entonces y haberla hecho ahora. A veces pasa eso en el cine: los proyectos encuentran su momento. Hay que resistir si crees de verdad en una historia, porque cuando llega la energía, hay que aprovecharla
Por unas cosas o por otras, el destino ha querido que La cena se estrene en un momento político especialmente delicado. “Estamos viviendo una época de polarización y el regreso de discursos peligrosos, de extrema derecha. La memoria es fundamental: no podemos perderla ni olvidarla. Y si hay gente joven que no tiene esa conciencia, me parece importante que llegue a través del humor, como lo hace esta película”, apunta Gómez Pereira.
Sirviendo a Franco
Para el final de La cena -tal y como muestra el tráiler, aquí no ‘spoileamos’ nada-, Manuel Gómez Pereira no intentó ocultar la figura de Franco ni jugar con siluetas como hemos visto en otras ocasiones, sino que le plantó en el set de rodaje con la ayuda de un actor elegido específicamente para ello.
Al final ves una comedia y piensas: “Seguro que estaban todo el día de risa”, pero no. Xavi llegaba muy metido en el personaje [de Franco], muy serio. Llevaba una propuesta muy heavy
“Era un psicópata, un tipo frío que no siente ni padece. Matan a alguien delante suyo y dice: ‘Que traigan el postre’. Franco tenía esa voz tan peculiar y un aspecto algo caricaturesco, pero el trabajo de Xavi no es una caricatura. Lo aborda con mucha seriedad, e impone. Allí en el plató, imponía“, continúa.
Por encima de Franco, el personaje que transmite todo ese terror de la falange es Asier Etxeandia, quien asegura que se sorprendió al verse en la película, pero que realmente impone en pantalla gracias a todos los compañeros que le rodeaban. “La verdad es que cuando la vi ayer, me sorprendí. No es algo que construyera conscientemente. Creo que un personaje te lo dan los compañeros, cómo te miran los demás. Porque por mucho que llegara ahí con esa pinta, si todos los demás me trataran como a un tipo normal, no tendría el mismo efecto”, cuenta a SensaCine.
Para dar vida a su personaje empezó a investigar movido por la curiosidad y le “sorprendió lo violentos que eran, incluso más que los franquistas. Eran muy radicales, el verdadero terror. Eso me ayudó a no cortarme y ser terrorífico de verdad. La comedia también pedía eso: llevarlo al extremo“.

A Contracorriente Films
A pesar de ser una comedia, nadie en el set de rodaje se estaba riendo. “Tú no haces una comedia pensando “qué graciosos estamos”. Al revés. Intentas vivir el personaje, sufrir o sentir lo que le pasa, pero no hacer chistes. El chiste ya está en el guion. Si tú como actor intentas subrayarlo, el espectador lo nota enseguida. La clave es tomárselo muy en serio“, asegura Mario Casas.
Una historia “alegre y vital” en un contexto de “tragedia”
La cena se estrena después de una serie de películas sobre la Guerra Civil Española que han funcionado muy bien, como son La buena letra (2025) o El maestro que prometió el mar (2023). Reflexiona el director:
Sigue siendo parte de nuestro ADN. Son heridas que no se han cerrado del todo. A mí me parece maravilloso que el cine siga revisitando ese pasado, sobre todo si lo hace con humor y con una mirada contemporánea
Alberto San Juan cree que aún se pueden contar muchas cosas de ese episodio de nuestra historia. “Claro que sí, muchísimas. La Guerra Civil no es un único episodio, son muchos. Apenas hay películas sobre la Segunda República, por ejemplo. Y la dictadura duró casi cuarenta años, da para infinidad de historias. Me gusta mucho que últimamente se estén haciendo películas que traten el tema desde diferentes géneros, y me encanta haber participado en una que lo aborda desde la comedia”, comenta el actor.
Como cuenta el director, el objetivo de muchas de estas películas es intentar no repetir los errores del pasado y, en este sentido, el mensaje de La cena es absolutamente antibelicista. “Las guerras solo traen devastación, muerte, sufrimiento, hambre y destrucción de la conciencia. A través del humor podemos recordar eso”, afirma Gómez Pereira. A lo que Alberto San Juan añade: “aunque se sitúe en un contexto de tragedia, es una historia alegre, vital. Al final habla de cómo puede nacer una amistad entre dos personas que, en circunstancias normales, jamás se habrían mirado”.