En 1988, Nintendo iba con retraso a la hora de promocionar Super Mario Bros 3 fuera de Japón. De hecho, cuando el juego se lanzó en el país nipón, en Estados Unidos acababan de hacer lo propio con su versión de Super Mario Bros 2. Esto dejaba una ventana de al menos un año a los jerifaltes de la marca para presentar esta tercera parte como es debido. ¿Qué hicieron? Preparar una película a mayor gloria de Mario, Nintendo y su nuevo artilugio, el Power Glove, un guante con el que, aparentemente, podías controlar lo que pasaba en pantalla mejor que con el mando. En 1989, el mundo vio con estupor cómo aparecía en cines The Wizard (en España, El pequeño mago) una película puramente promocional que, pese a todo, fue un éxito de taquilla.
¡Mamma mia!
Gran parte de los adolescentes que llenaron las salas no lo hicieron por ver una historia de superación ambientada en los famosos campeonatos de Nintendo, sino por ver en movimiento, por primera vez, el Super Mario Bros 3. Originalmente, la película duraba 2 horas y media porque los productores obligaron a Todd Holland, el director, a rodar todo el guion sin reducir un solo diálogo: al final, claro, se vieron obligados a quitar subtramas y el resultado, bueno, es el que es. Un anuncio en grande.
Sin embargo, este anuncio de 100 minutos protagonizado por Fred Savage, entonces conocido por Aquellos maravillosos años, tuvo una primera aparición inesperada de alguien que más adelante se convertiría en el ídolo de toda una generación: Tobey Maguire forma parte del grupo de amigos de uno de los campeones de videojuegos durante una escena, y ni siquiera fue acreditado. Tenía 14 años y era, sin saberlo, el primer paso para salir de una infancia repleta de pobreza.
Ese mismo año apareció en un monólogo de Rodney Dangerfield, y el año siguiente consiguió ser extra en Blossom. Poco esperaba que en 1992 protagonizaría su propia serie (Great Scott!, que duró solo seis episodios antes de ser cancelada, dejando siete sin emitir), el año siguiente sería uno de los personajes secundarios de Vida de este chico y en 2002 se convertiría, ahora sí, en Spider-man. Nintendo puede estar orgullosa de lo que creó sin querer.