Los kooks vuelven a sus raíces en Nunca/saberun séptimo disco para los de Brighton, en el que revitalizan esos sonidos de pop atemporales de tono tan luminoso, como algo complacientes.
La banda de Luke Pritchard Y Hugh Harris vuelve con un trabajo en el que encontraremos baladas con un toque negroide y temas de indie rock angulosos, que aunque en ocasiones suene algo recargado y peque de cierta falta de cohesión, es un más que disfrutable compañero para el verano.
Los kooks nos la bienvenida con una cálida y silbada introducción al tema titular, una canción optimista con un poso Motown que conecta épocas y estilos. A partir de ahí, llega un ecléctico ejercicio de autoafirmación, en el que evocan armonías nostálgicas de los 60 y 70 («Sunny Baby» y «All Over The World») y brillan en momentos como «If They Could Only Know» donde hablan de la pérdida. Y si en «Tough At the Top» muestran su habilidad de la banda para crear estribillos pegadizos a lo Policíaen «China Town» o «Echo Chamber» ralentizan el ritmo hacia momentos más acústicos y psicodélicos.
Como afirma Pritchard: «Mi visión era hacerlo de forma muy impulsiva, como mucha de la música que me encanta. No se trata de volver atrás… sino de volver a las raíces de nuestras influencias» y lo consiguen recordándonos a un debut del que pronto harán 20 años y a todas esas canciones que se han ido filtrando en su sonido, ese que tanto bebe del soul y el funk. Como su versión de «Arrow Through Me» de Alasmetiéndole bajos pegajosos a esa gema compuesta por Paul McCartney.
Desconciertan un tanto en temas como «Compass Will Fracture» rompiendo la cohesión, pero vuelven a despegar en una parte final de un disco entre la nostalgia y los efectivos ganchos de pop. Que al final es de lo que se trata, ¿verdad?
Escucha los kooks – nunca/saber
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