Zack Snyder sabía lo que se estaba haciendo. ¡Nos guste o no nos guste!
En 2013, habían pasado siete años desde el último intento de resucitar al superhéroe estrella de DC con Superman Returns, y, en lugar de tirar por su versión luminosa, decidieron confiar en Zack Snyder para que impregnara una visión más oscura y aparentemente realista del superhéroe, Por el camino, Marvel había lanzado su propio universo a partir de Iron Man y, claro, querían tener exactamente lo mismo: un camino claro que acabara culminando en La liga de la justicia. Lo tuvieron, sí, pero a qué precio.
Super-calaveras
Por el camino pasaron todas las personas que se te ocurran, desde guionistas de cómics que querían hacer una trilogía de ocho horas hasta McG, el director de Los ángeles de Charlie, que quiso hacerse cargo de la franquicia, pasando por Guillermo del Toro o Robert Zemeckis. Al final, el elegido fue Zack Snyder, que no se cortó en absoluto a la hora de mostrar su poderío visual en cada una de las escenas de El hombre de acero. De hecho, hizo algo más: demostró que tenía una idea para que la saga siguiera adelante y estuviera todo interconectado.
La prueba está en la escena del códex, donde vemos a Superman rodeado de calaveras en una especie de futuro distópico. Hubo que esperar 3 años más para entender a qué se estaba refiriendo el director, cuando, en Batman V Superman, el héroe acababa rodeado de personas… disfrazadas del Día de Muertos, o lo que es lo mismo, con calaveras pintadas en la cara.

Warner Bros
La idea de Snyder se cortó antes de tiempo, y todos sabemos lo que pasó después: el estreno de La liga de la justicia que terminó Joss Whedon, los arreglos para lanzar su versión en streaming, la decadencia del Universo DC, su posterior final y su reboot actual con el Superman de James Gunn. Porque, al fin y al cabo, ¿qué es DC sino un cuento de infinitos universos, adioses y retornos?