En los años 90 Jim Carrey se convirtió en uno de los actores de moda, pero no logró cautivar a uno de sus compañeros de reparto más veteranos
Hace tiempo que dejó de estar en la cima de Hollywood pero en los años 90 Jim Carrey se convirtió en uno de los actores más populares del momento y también uno de los más carismáticos. Sus comedias se habían convertido en sinónimo de risas aseguradas y también logró con otros de sus proyectos con papeles más serios como los que interpretó en El show de Truman o Yo, yo mismo e Irene que su talento abarcaba mucho más que sus características muecas.
A día de hoy puede que algunas de sus películas, empezando por la mítica Ace Ventura, no hayan envejecido demasiado bien, pero Jim Carrey, que en los últimos tiempos ha vuelto a saborear el éxito de la mano de la saga de películas Sonic, vio como su carrera se catapultaba con aquel papel. Después llegarían La máscara, Dos tontos muy tontos, Mentiroso compulsivo y la ya mencionada El show de Truman, que es considerada su mejor película, entre otras.
En definitiva, en los años 90, Jim Carrey pasó de ser un actor principalmente conocido por sus sketches en el programa de humor In Living Color a ser una de las estrellas mejor pagadas de Hollywood, así que, cuando el actor se incorporó al elenco del blockbuster Batman Forever en el año 1995, su presencia allí no caló igual de bien entre todos los implicados.
Como recordarás, la película Batman Forever de Joel Schumacher estaba protagonizada por Val Kilmer, Nicole Kidman y Tommy Lee Jones entre otros, mientras que Jim Carrey interpretaba en ella a Enigma, uno de los míticos villanos de Gotham.
Ya lo había contado más veces, pero una entrevista con Vulture, Joel Schumacher confirmó que no le había gustado mucho la actitud de Tommy Lee Jones en el rodaje de aquella película. “Dije que Tommy Lee Jones era un imbécil en la revista People… Estuvo fabuloso en El Cliente. Pero no fue amable con Jim Carrey cuando rodábamos Batman Forever“, recordó el cineasta. “Tommy es, y lo digo con mucho respeto, un robaescenas. Pero no puedes robarle la escena a Jim Carrey. Es imposible. Y creo que eso irritó a Tommy”.
“No se comportó con Jim como debería haberlo hecho un ganador del Oscar con una estrella en Hollywood Boulevard, siendo el miembro más veterano del reparto, con una carrera tan distinguida y los elogios que la acompañan. Pero lo que pasa en el set, se queda en el set”.
Muchos años después de la película, durante una entrevista con Howard Stern en 2014, Jim Carrey confirmó los rumores: no le caía bien a Tommy Lee Jones y el veterano actor se lo hizo saber en un encuentro en un restaurante.
“Tenía muchas ganas de trabajar con Tommy porque es un actor fantástico y para mí lo sigue siendo; es increíble, pero estaba un poco irritable, un poco irritable. Creo que simplemente estaba un poco alterado porque Dos tontos muy tontos se estrenó el mismo fin de semana que Cobb, y Cobb era su gran apuesta y no funcionó y eso lo alteró un poco”, contó el actor. Pero, por si le quedaba alguna duda, Jones se lo confirmó:
“Entré en un restaurante la noche antes de nuestra gran escena en la guarida de Enigma y el maître me dijo: ‘Estás trabajando con Tommy Lee Jones, ¿verdad?’. Y yo dije: ‘Sí, lo estoy’. Me dijo: ‘Está en la esquina del fondo, está cenando’. Dije: ‘Oh, genial, iré a saludarlo’. Me acerqué a saludarlo y palideció, de tal manera que me di cuenta de que me había convertido en el rostro de su dolor o algo así… Se levantó, temblando, me abrazó y dijo: ‘Te odio. De verdad que no me caes bien’. Yo pensé: ‘Vaya, vale. Bueno, ¿qué pasa, tío?’. Y él dijo: ‘No puedo aprobar tus bufonadas’. En ese momento no quería trabajar conmigo”.