El actor sueco recordó el pasado nazi del director Ingmar Bergman durante su paso por un Festival de Cine
A sus 74 años, el célebre actor sueco Stellan Skarsgård tiene una extensa y solida trayectoria a sus espaldas que está lejos de terminar. Este 2025 hemos visto al más veterano del clan Skarsgård retomar su personaje de Luthen Rael en la temporada 2 de la elogiada serie de Disney+ Andor, mientras que el actor también es el protagonista de una de las mejores películas del año: Valor sentimental del director de cine noruego Joachim Trier, ganadora del Gran Premio del Jurado en la 78 edición del Festival de Cine de Cannes.
Valor sentimental llegará a las salas de cine españolas el 5 de diciembre de 2025, pero mientras sigue su recorrido por festivales y, recientemente, Stellan Skarsgård acudió como invitado a al Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary en la República Checa para promocionar el filme.
Allí se convirtió además en el protagonista de una ‘masterclass’ en la que se repasó su recorrido y reflexionó sobre su carrera ante un público numeroso que no quedó indiferente ante un impactante comentario que el veterano actor hizo sobre el cineasta Ingmar Bergman, considerado como uno de los más relevantes del siglo XX.
Ambos suecos, director y actor se conocieron y relacionaron en el pasado, pero Skarsgård aseguró no guardar buenos recuerdos del cineasta. “Mi complicada relación con Bergman se debe a que no era muy buena persona”, sentenció, tal y como recoge Variety sobre su intervención.
Era un buen director, pero aun así se puede tachar a alguien de imbécil. Caravaggio probablemente también lo era, pero pintó grandes cuadros
“Bergman era manipulador”, continuó. “Fue nazi durante la guerra y la única persona que conocí que lloró cuando murió Hitler. Siempre lo excusamos, pero tengo la sensación de que tenía una visión muy extraña de los demás. Pensaba que algunas personas no valían la pena. Se notaba cuando manipulaba a los demás. No era buena persona”.
Unas revelaciones que, aunque impactantes, no son nuevas, puesto que Ingmar Bergman confesó que a los 16 años admiraba al dictador en su autobiografía, Laterna Magica, publicada en 1987: “Durante muchos años, estuve del lado de Hitler, encantado con sus éxitos y entristecido por sus derrotas”. No obstante, en 1999, Bergman puntualizó en declaraciones a Maria-Pia Boëthius para un libro sobre el papel de Suecia durante la Segunda Guerra Mundial que solo apoyó a los nazis hasta el final de la guerra, cuando se revelaron sus atrocidades durante el Holocausto y eso le hizo cambiar de opinión: “Cuando se abrieron las puertas de los campos de concentración, de repente fui privado de mi inocencia”.