Han pasado casi seis décadas desde que Sergio Corbucci causó estupor con esta escena y sirvió de inspiración para ‘Los odiosos ocho’

Sergio Corbucci es uno de los directores de cine más destacados del spaguetti western y sus películas han influenciado a grandes cineastas como Quentin Tarantino, comenzando por Django (1966), que fue una gran inspiración para que el estadounidense hiciera Django desencadenado en 2012. Pero no es la única producción de Corbucci que Tarantino adora, también está El gran silencio, estrenada en 1969.
La película no fue un éxito inmediato. En países como Italia pasó bastante desapercibida, pero su popularidad fue creciendo progresivamente hasta convertirse en una cinta de culto, especualmente en Estados Unidos, donde se estrenó en 2001. A día de hoy, los fans del género la consideran una de las grandes obras de Corbucci y del ‘western’ en general.
La acción transcurre en Utah antes de la Gran Tormenta de Nieve de 1899. El frío extremo de ese invierno obliga a forajidos, leñadores y campesinos hambrientos a abandonar los bosques y saquear aldeas. Los cazarrecompensas se aprovechan de la situación.
En el centro de la trama está un pistolero mudo que lucha en defensa de un grupo de forajidos y una joven viuda con ganas de venganza. Se están protegiendo de un grupo de asesinos a sueldo liderados por un despiadado asesino y un banquero corrupto.

20th Century Fox
Este final es sin duda uno de los más impactantes de todos los tiempos y deja a cualquiera sin palabras desde el primer visionado. Avisamos de que llegan spoilers: El héroe se encuentra cara a cara con su peor enemigo y el villano principal de la película. La música de Ennio Morricone, como sucede con todas sus piezas, acentúa este fatídico momento. El director muestra los primeros planos de los rostros retraídos de los dos hombres.
Horriblemente herido en las manos, el mudo no puede sacar su revólver y su adversario lo sabe. En un acto de absoluta cobardía, no duda en dispararle, rematándolo con un tiro en la cabeza. El héroe se desploma en la nieve, dejando al espectador atónito. Este crudo final dejó un impacto en los espectadores que sigue durando a día de hoy.
Como decimos, la cinta ha inspirado a directores como Tarantino. El director tomó ese ambiente nevado y frío para desarrollar su propio ‘western’, Los odiosos ocho, que también tiene lugar en la estación fría, con los paisajes cubiertos por un inquietante manto blanco, todo ello acentuado por la perfecta banda sonora de Ennio Morricone. “Las mayores influencias de Tarantino para la película, afirma, no fueron las películas sobre la esclavitud estadounidense, sino los spaghetti westerns del director italiano Sergio Corbucci. Aquí, Tarantino explica cómo las películas de Corbucci se convirtieron en la inspiración para su propio spaghetti western“, introduce The New York Times un texto en el que Tarantino explica en profundidad cómo el director inspiró su película.