Una de las mayores catástrofes de toda la historia tuvo consecuencias poco deseadas
En el día de hoy, un terremoto de 8,8 grados de magnitud ha azotado una península rusa, y en consecuencia está trastocando la estabilidad global, favoreciendo un tsunami que está azotando diferentes áreas del planeta. Desde California y Hawaii hasta Fukushima están en posiciones de alertas ante posibles azotes de viento y agua.
La alerta en Fukushima nos recuerda directamente al trágico episodio de hace 14 años, cuando en el 11 de marzo de 2011 un terremoto de magnitud 9,0 provocó otro tsunami en la costa japonesa y la central nuclear de la zona entró en pánico. Los fallos eléctricos en cadena provocaron la salida de radiación a la atmósfera que obligó al gobierno a declarar una amplia zona de evacuación para escapar del peligro.
Un desastre de dimensiones bélicas
El accidente fue uno de los mayores desastres nucleares de la historia, sólo superado por el de Chernobyl, con un muerto a causa del accidente, otro por un cáncer derivado de la exposición a la radiación y múltiples heridos a causa de explosiones y quemaduras. La ciudad de Tokio se salvó de un desastre mayor, pero hubieron consecuencias que tardaron tiempo en ser reveladas.
Intentando esclarecer la historia y todo aquello que autoridades y compañía intentaron esconder para no desatar un escándalo mayor, varios periodistas locales e internacionales pudieron acercarse a la zona del accidente y reconstruir los hechos con testimonios de primera mano, como el ex-primer ministro. Uno de ellos fue el reportero Pio d’Emilia, que acabó colaborando con el director de cine Matteo Gagliardi para hacer un documental que entrase a fondo en lo sucedido.
El resultado fue Fukushima: A Nuclear Story, una película que combina los testimonios con recreaciones tanto en formato manga para reflejar la historia de Japón como con animación CGI para detallar los aspectos oscuros del accidente y las reacciones. La investigación fue encontrando a gente con más responsabilidad en lo acontecido de lo que se contó originalmente, y los acusados fueron examinados para estudiar su grado de responsabilidad en la catástrofe. Un documental con narración de Willem Dafoe que acaba encontrando un tono de relato de guerra devastador.
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