Patrick Wayne, uno de los siete hijos del legendario actor de Hollywood también se hizo actor y tuvo la oportunidad de compartir rodaje con su padre en varias ocasiones

Conocido en su trayectoria profesional como estrella de Hollywood como un hombre duro y parco en palabras, en su vida familiar John Wayne era un padre “muy cariñoso”. Al menos así lo recordaba su hijo Ethan Wayne, máximo representante del legado familiar a través de la empresa John Wayne Enterprises y la Fundación John Wayne contra el cáncer, a The Guardian en 2020: “Mi padre era duro, pero muy cariñoso. Era de la vieja escuela. No sé cómo describirlo de otra manera. No hablaba mucho, pero sus pocas palabras eran muy impactantes y significativas”.
En total John Wayne tuvo siete hijos: cuatro de ellos a raíz de su primer matrimonio con Josephine Saenz en 1933 -Michael Wayne, Mary Antonia “Toni” Wayne, Patrick Wayne y Melinda Wayne- y tres con su tercera esposa, Pilar Palette -Aissa Wayne, John Ethan Wayne y Marisa Wayne-.
Algunos de ellos siguieron los pasos de su padre en el negocio, ya fuera desarrollando sus propias carreras artísticas o trabajando para preservar el legado del actor.
Dos de sus hijos mayores, Toni y Patrick aparecieron en varias películas con su padre. Toni, fallecida en el año 2000, trabajó en largometrajes como El hombre tranquilo en 1952 y El Álamo, dirigida por la estrella de Hollywood en 1960, aunque fue Patrick quien tuvo más experiencias detrás de las cámaras junto a John Wayne. Patrick Wayne debutó en la pantalla con su padre en Río Grande en 1950 y apareció en 10 películas junto a su padre, así como en varios especiales y programas de televisión. Muchas de estas películas estaban dirigidas por John Ford, que era su padrino.
Ahora tiene 86 años de edad y, aunque siguió trabajando como actor de forma esporádica hasta los años 90, se dedicó a la gestión del Instituto Oncológico John Wayne para la investigación en la lucha contra el cáncer. Hasta la fecha ha seguido apareciendo en programas así como en especiales dedicados a su padre.
En una entrevista con Medium en 2017 coincidiendo con la fecha de cumpleaños de su padre, Patrick Wayne recordó algunas de sus experiencias en los sets de rodaje junto a John Wayne, señalando el rodaje de Boinas verdes como la “peor” locación de todas.
“Estábamos en Fort Benning, en Columbus, Georgia, a unos 200 kilómetros al oeste de Atlanta. Pero no se parecía en nada a Atlanta. ¡Dios mío, era bastante deprimente!”, recordaba Patrick Wayne sobre aquel lugar. “Empezó a llover tanto que ni siquiera podíamos trabajar. No había nada que hacer más que sentarnos y esperar a que dejara de llover. Fue una experiencia bastante deprimente por el clima en aquella época”.
Las difíciles condiciones en el set de Boinas Verdes, sin embargo, jugaban un papel en la trama, puesto que en ella el coronel Mike Kirby (Wayne), tiene que seleccionar dos equipos de Boinas Verdes para una misión específica en Vietnam.