Al actor y a John Ford les unía una gran amistad, pero el director le tocó la fibra sensible con una de sus correcciones y casi se queda sin su protagonista

John Wayne estuvo casi 50 años haciendo películas y sus grandes éxitos no pueden contarse con los dedos de las dos manos: a menudo citamos Centauros del desierto, El hombre que mató a Liberty Valance, Río Bravo, La diligencia o Valor de ley como algunas de sus mejores películas, aunque la lista sería mucho más larga. No obstante, como es lógico, entre sus 153 largometrajes -142 como protagonista- también encontramos títulos más olvidados.
Un ejemplo es la película de 1945 No eran imprescindibles, que Wayne coprotagonizó junto a Robert Montgomery bajo la batuta de su grandísimo amigo y mentor John Ford, un maestro del cine wéstern que fue casi una figura paterna para él y con el que colaboró en 14 largometrajes.
A Ford y a Wayne les unía una gran amistad, pero ambos eran hombres con carácter, por lo que también protagonizaron sus momentos de tensión. Uno de los peores durante el rodaje de la película bélica No eran imprescindibles precisamente, con el actor abandonando furioso el set tras un enfrentamiento con el cineasta.
La cinta era su tercera colaboración juntos tras La diligencia y Hombres intrépidos, por lo que ya se conocían, pero Wayne acabó harto de que el director le recordase constantemente que era uno de los pocos miembros del elenco que no tenía experiencia militar.
Ambientada durante la Guerra del Pacífico, tras el sorpresivo ataque a Pearl Harbor, las fuerzas estadounidenses estacionadas en Filipinas, lideradas por los tenientes John Brickley (Robert Montgomery) y Rusty Ryan (John Wayne), inician el contraataque al enemigo.
Para Ford, que tenía experiencia militar como jefe de la unidad fotográfica de la Oficina de Servicios Estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial y luego nombrado comandante de la Reserva de la Armada de los Estados Unidos, la autenticidad era una de las grandes prioridades del filme, donde gran parte del elenco y el equipo técnico habían servido en el conflicto. Pero Wayne no era uno de ellos.
“No vuelvas a hablarle así a nadie jamás”
Según relataría Montgomery para la biografía de John Ford, Searching for John Ford, durante una escena que requería que el actor hiciera un saludo militar, el director le hizo apunte que le sentó fatal: “Duque, ¿no puedes hacer un saludo que al menos parezca que has estado en el ejército?”. Wayne, que había sido rechazado cuando intentó alistarse por edad y por ser el sustento económico de su familia, se sintió avergonzado y humillado y abandonó el set furioso con su amigo.
En su defensa salió el propio Robert Montgomery, quien conducía ambulancias durante la guerra y estuvo presente durante el desembarco de Normandía, que se puso firme con el director de cine: “Fue indignante, por supuesto. Me acerqué a Ford, puse ambas manos en los brazos de su silla y le dije: ‘No vuelvas a hablarle así a nadie jamás'”.
Luego relató la reacción de Ford: “Primero, se enfadó: ‘¡No voy a disculparme con ese hijo de puta!’… Luego actuó con total deshonestidad: ‘¿Qué dije? No quise herir sus sentimientos’. Y finalmente, se echó a llorar”.
Tras la disculpa de su amigo, Wayne volvió al trabajo al día siguiente y el rodaje pudo continuar.