Alan Thicke y Kirk Cameron fueron los primeros en echar una mano a Jeremy Miller, quien experimentó una racha destructiva por el alcohol y las drogas tras el final de la serie
Si creciste en los años 90 no me cabe ninguna duda de que recuerdas una de las ‘sitcom’ más populares de aquella época, Los problemas crecen, una comedia familiar en la que un matrimonio, los Seaver, y sus tres hijos experimentaban un cambio en su rutina familiar y logística cuando la madre, Maggie Seaver, se reincorporaba al trabajo por una excelente oportunidad laboral y era el padre, Jason Seaver, quien pasaba a quedarse en casa.
Aunque fuimos muchos los que la vimos a través de reposiciones, Los problemas crecen se emitió durante siete temporadas entre 1985 y 1992 y estaba protagonizada por Alan Thicke y Joanna Kerns en la piel de Maggie y Jason Seaver, y por Kirk Cameron, Tracey Gold y Jeremy Miller en la piel de los hijos Mike, Carol y Ben. Más adelante, pasaría a formar parte del elenco principal de la serie el mismísimo Leonardo DiCaprio, que entonces comenzaba a ganar popularidad con sus primeros papeles.
Sin embargo, mientras Leonardo DiCaprio ha acabado convirtiéndose en una gran estrella de Hollywood ganadora de un premio Oscar, el resto del elenco de actores jóvenes de Los problemas crecen no continuaron una carrera de éxito en la industria. Kirk Cameron, la estrella de la serie e ídolo adolescente, ha dedicado su vida a su fe. Predicador de la iglesia cristiana, solo produce y protagoniza películas de temática religiosa, aunque principalmente dedica su vida a su faceta de divulgador, a través de charlas y de llenar de contenido sus redes sociales.
Por su parte, Tracey Gold, aunque se ha mantenido vinculada a la profesión, ha mantenido un perfil más bajo con papeles principalmente para películas para la televisión y su participación en realities; mientras que a Jeremy Miller le esperaba un futuro más problemático marcado por la adicción a la bebida.
El actor, ahora rehabilitado, ha utilizado su experiencia para concienciar sobre el abuso de drogas y alcohol que le destruyó la vida y recientemente ha sido el invitado en el podcast Youngstown Studios, en el que habló de su problemático pasado tanto a nivel de adicciones como económicos.
Tal y como resume Entertainment Weekly, Jeremy Miller acabó estando en bacarrota durante la crisis económica de 2008, 16 años después de la serie, y fue gracias a su familia en la serie que pudo salir adelante.
Mi empresa de catering quebró y yo estaba pasando por un momento muy difícil. En serio, estaba al borde de la indigencia
Alan Thicke -tristemente fallecido en 2016- y Kirk Cameron, su padre y hermano en la serie, le echaron rápidamente una mano.
“Las cosas se pusieron muy mal, y Alan [Thicke] y Kirk [Cameron] fueron los únicos que me ayudaron. Alan me consiguió entrevistas con todos sus amigos restauradores en Santa Bárbara y otros lugares, y me puso en contacto con diferentes lugares donde podía usar mis habilidades de chef y ganar dinero para ayudar a mi familia”, recuerda Miller sobre lo apoyado que se sintió siempre por el actor. “Bastaba con una llamada telefónica para decir: ‘Oye, Al, estoy pasando un momento muy difícil. ¿Conoces a alguien que pueda…?’, y eso era todo lo que tenía que decir. Se pasó al teléfono los dos días siguientes, conectando y haciendo todo lo posible por ayudarme. Era justo el tipo de persona que era”.
“Alan era uno de los hombres más cariñosos, generosos y amorosos que jamás hayas conocido. […] Me llamaba solo para saber cómo estaba, para asegurarse de que todo iba bien. Pero realmente cumplía su rol de padre. Era mi otro padre”, recuerda con gran cariño.