
El actor y el director habían protagonizado una intensa disputa en la primera semana y el estudio acabó intercediendo en favor de Eastwood: les multaron con 60.000 dólares
Una auténtica leyenda viva en Hollywood, Clint Eastwood comenzó únicamente como intérprete; primero con pequeños papeles sin acreditar en diversas películas y más tarde como joven talento del wéstern y una de las grandes promesas de la industria. Sin embargo, Eastwood no tardó en sentir curiosidad por el otro lado de las cámaras y en 1971 estaba dirigiendo su primera película, Escalofrío en la noche.
Durante las siguientes décadas, Eastwood siguió dirigiendo y protagonizando sus propias películas, pero también trabajó bajo la batuta de otros compañeros, siendo en 2012 la última vez que lo haría en el filme Golpe de efecto.
Desde el primer momento en que comenzó a dirigir, Eastwood se sintió tan cómodo que siempre tenía un nuevo proyecto en marcha. Sin embargo, una de las películas que dirigió en esos primeros años como cineasta fue el resultado de una desagradable disputa que terminó con el director inicial despedido y con una nueva regla en el Sindicato de Directores de Hollywood que evitase que volviese a producirse una situación similar.
La película era El fuera de la ley (1976), cuyo director Philip Kaufman fue despedido en pleno rodaje y sustituido por el propio Clint Eastwood, protagonista de la película junto a su posterior pareja Sondra Locke.
Adaptación de de la novela del escritor Forrest Carter de 1972 The Rebel Outlaw: Josey Wales, el propio Clint Eastwood había contribuido económicamente a la obtención de los derechos cinematográficos de la obra y no aceptó dirigirla porque estaba exhausto de su anterior trabajo. No obstante, se sentía especialmente involucrado en el proceso, así que no dudó en confrontar las decisiones del director, también guionista, que no compartía. Mientras Kaufman, que no estaba de acuerdo con la postura política del libro, que consideraba escrito por un “fascista descarado”, quería ceñirse lo más posible a los hechos históricos reales, Eastwood se oponía con rotundidad a la idea de que se eliminasen ciertas partes de la novela. Asimismo, se rumorea que ambos estaban colados por la actriz protagonista, Sondra Locke, a quien Eastwood contrató en contra de la voluntad de Kaufman y con la que inició una relación después del rodaje.
Una disputa creativa que cambió Hollywood
La disputa creativa durante la producción de la película llegó a ser tan tensa que finalmente el estudio despidió a Kaufman tras solo una semana de rodaje y fue el propio Eastwood quien asumió la dirección.
“Lo odié; fue el peor momento de mi vida”, aseguró Clint Eastwood en una entrevista publicada en el libro Clint Eastwood: Interviews, tal y como recoge Collider. Según el veterano actor y director, Kaufman había hecho un “maravilloso” trabajo en el guion, pero tras la cámara no estaba a la altura.
El movimiento causó un gran revuelo en Hollywood y la instauración de una norma que cambió las cosas para siempre. Para empezar, el Sindicato de Directores de Estados Unidos multó a Warner Bros con 60.000 dólares e inmediatamente después aprobó una nueva norma, llamada “La Regla Eastwood”, que impediría que un actor o director despidiera al director de una película para convertirse en el director.
A pesar de lo desagradable del asunto, Eastwood la recordaría con mucho afecto por lo que supuso en su carrera: “Fue el primer western que hice en mucho tiempo, desde las películas de Leone de los años 60. Se estrenó en los años 70, cuando el país estaba inquieto por la guerra de Vietnam. Abordaba la división de la guerra y cómo puede desgarrar el corazón y el alma. Pero también trataba sobre el rejuvenecimiento de un cínico, devolviéndole un propósito a su vida y una familia sustituta”.