Un filme que es una forma de lucha, la de Kaouther Ben Hania y su reparto poniendo delante de las narices de todos una verdad innegable, por mucho que algunos miren (o escuchen) para otro lado

Cómo convertir en una película la historia real de una niña asesinada. Cómo hablar de la atrocidad, la barbarie y la crueldad. Cómo trasladar en imágenes y sonidos, sobre todo en sonidos, lo que le pasó a Hind Rajab. Cómo hacer todo eso con el mayor de los respetos. La respuesta a todas esas preguntas la tiene la cineasta Kaouther Ben Hania con La voz de Hind, la desgarradora historia de una niña palestina pidiendo ayuda.
Hind Rajab fue asesinada en enero de 2024 en Gaza, en la ciudad Tal al Hawa, por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Tenía cinco años. La pequeña huía en un coche junto a su tío, su tía y sus tres primos cuando fueron atacados por un tanque del ejército israelí. Layan Hamadeh, la prima de Hind, llamó a la Media Luna Roja Palestina pidiendo ayuda. Durante la conversación, fue asesinada. Dentro del coche solo quedaba viva Hind, aterrada y rodeada de los cadáveres de su familia.
Hind estuvo escondida horas dentro del coche antes de morir, hablando con la Media Luna Roja, pidiendo, por favor, que fueran a rescatarla. No entendía cómo era posible que la ayuda estuviera tan cerca y, a la vez, tan lejos. A la Luna Media Roja le costó tres horas conseguir que una ambulancia, que estaba a solo ocho minutos de distancia, recibiera luz verde por parte del IDF para ir hasta Hind. Cuando lo consiguieron, el vehículo fue bombardeado. Doce días después, tras la retirada de las IDF de la zona, se encontró la ambulancia destruida por un misil y el coche en el que iba Hind y su familia acribillado a balazos. Se contaron 355 impactos. Los audios de la conversación entre la Media Luna Roja y Hind fueron publicados y de ahí nace esta película.
Un testimonio de la crueldad sin límites del ser humano

Plan B Entertainment / Film4 / MBC Studios / Watermelon Pictures / Mime Films / Tanit Films
La voz de Hind cuenta este suceso desde el punto de vista de los voluntarios que estuvieron hablando con la niña. Hania construye el filme como un ‘thriller’ en el que no cambiamos de escenario y en el que los personajes somos el público, que va descubriendo lo que está ocurriendo a la vez. La acción transcurre dentro de las oficinas de la Media Luna Roja, Hania no nos saca de allí, y son cuatro los personajes principales que vemos en pantalla.
La película incluye los audios y videos reales de la llamada de socorro de Hind y los integra en el relato. Hania rompe, a propósito, la sensación de ficción que genera el filme. Quiere que el público recuerde, en todo momento, que esto que está viendo ocurrió de verdad. No es una inventiva o algo que nace de la imaginación: es, lamentablemente, un testimonio de la crueldad sin límites del ser humano. Handia podía haber contado esta historia de muchas formas, pero ha decidido hacerlo de la manera más realista y respetuosa posible.
Hay veces que una película, aun siendo eso, una sucesión de fotogramas que narra una historia, trasciende su propio concepto. La voz de Hind es una de ellas. Poco importa aquí el resultado, si los personajes están bien desarrollados y si la tensión mantiene de forma eficaz. Lo importante es que esta película exista. Todo lo demás da igual. La voz de HInd es cine y es activismo. Es una forma de lucha, la de Handia y su reparto poniendo delante de las narices de todos una verdad innegable, por mucho que algunos miren (o escuchen) para otro lado: hay un genoicidio en Gaza.