Bajo las órdenes del director Benny Safdie, Johnson aparece, por primera vez en su vida, en las quinielas por el Oscar tras su trabajo en ‘The Smashing Machine’

Para dar vida al luchador de MMA Mark Kerr, Dwayne Johnson ha tenido que ser aún más grande. Conocido como La roca, el actor mide 1,93 metros y, según Google y la época, pesa 118kg. Pero bajo las órdenes del director Benny Safdie, Johnson ha engordado 14 kilos y, por el camino, ha ganado una película que podría suponer su primera nominación al Oscar. Es uno de los primeros nombres que aparecen en las quinielas por su trabajo en The Smashing Machine, que está en los cines desde el pasado 3 de octubre.
“Ha sido todo un viaje. El viaje físico y la transformación fueron aproximadamente 14 kilos que tuve que subir. Cuando hablé con nuestro director, Benny Safdie me dijo: ‘Creo que vas a necesitar aumentar de peso en tu carrera’. Lo cual, ya sabes, me hizo reír. Y bueno, lo hice, y fue un compromiso porque Mark Kerr, el hombre al que interpreté, el luchador al que interpreté, era un tipo corpulento”, cuenta el actor en una entrevista con SensaCine.
Pero el verdadero viaje de Johnson ha sido emocional. The Smashing Machine cuenta la historia de Mark Kerr, considerado el luchador más brillante de la UFC en su época más brillante, pero con una batalla interna: sus adicciones. La cinta nos lleva de manera íntima y melancólica a la mente y cuerpo de Kerr, el cual estaba lleno de grietas abiertas.
La transformación emocional fue lo que realmente me enganchó y me conmovió. Todos podemos identificarnos con la presión de cumplir con el trabajo, las relaciones, nuestra autoestima… Suena un poco loco, pero descubrí mucho sobre mí mismo, por eso digo que esta película realmente cambió mi vida de maneras que no había anticipado
La mayor lección que se ha llevado el actor es que merece la pena lanzarse al vacío, por mucho miedo que tengas. “Tu cerebro te dirá: “Oye, quédate en tu zona de confort. No causes problemas. Lo estás haciendo genial”. Y tu corazón dirá: “Sí, pero hay más”. Y sal de tu zona de confort y lánzate al vacío, aunque te dé miedo. Así que me doy cuenta de que, al fin y al cabo, el corazón manda. Y cuando escuchas a tu corazón y te dejas llevar por ese camino, nunca puede ser malo”, explica el intérprete.

Diamond Films
Uno de los pilares en la vida del luchador siempre fue Dawn Staples, su novia por aquel entonces, a la que da vida Emily Blunt en la película. Su relación con ella aporta las escenas más emocionales al tratar sobre una pareja atrapada en un torbellino de adicciones y frustraciones. “Esas escenas fueron muy impactantes para nosotros, tanto para mí como para Emily. Y lo que realmente nos benefició fue que hemos sido amigos durante muchos años. Así que había confianza”, señala Johnson sobre esta parte de la historia.
Cuando hay confianza entre dos actores, amor y respeto mutuo, se puede llegar a esos puntos vulnerables. Luego se puede llegar a esos puntos intensos y crudos y, como has visto, muy tóxicos. Y sabes, para nosotros explorar esa relación que Mark y Don tenían, nos costó mucho
Tanto Blunt como él pudieron desarrollar sus personajes cerca de Mark y Dawn y conocer de cerca sus motivaciones. “Te diré que hay momentos en esas escenas, como cuando empezamos y es así de intenso y estamos tocando esos nervios sensibles. Nunca olvidaré esos momentos”, continúa.
Para lograr autenticidad en esas escenas, Benny Safdie construyó la casa desde cero en un estudio de sonido y ocultó las cámaras. De este modo, cada vez que los actores entraban a grabar se sentían en su verdadero hogar. “No vimos cámaras ni vimos un sistema de iluminación. Toda la iluminación estaba en el techo, en el cielorraso. Así que te sentías como en casa. Y creo que eso es lo que la gente dice: ‘¡Dios mío, esto se siente real! Casi siento que no debería estar viendo a estos tipos pelear, como si estuviera violando su espacio“, recuerda el protagonista.

Diamond Films
Otro aspecto de la película que rezuma autenticidad es el de las escenas de lucha. De nuevo, Safdie tomó una decisión inusual al colocar las cámaras lejos del ring, como si el espectador estuviera disfrutando del combate desde las gradas. “Benny tomó la decisión y puso una regla. En ningún momento durante las escenas de lucha que rodamos en The Smashing Machine se permitieron cámaras dentro del ring. Benny pensó: ‘bueno, ¿qué pasaría si me retirara y retrocediera dos o tres filas a veces?“, desvela Johnson, quien ha tenido que sufrir en su propia carne la búsqueda de veracidad por parte del director.
“Quería asegurarse de que estas peleas se sintieran reales. Me pidió desde el principio: “Me gustaría que no usaras a tu doble. Me gustaría no cortarte”. Y sé lo que eso significa. Significa que me van a dar un puñetazo en la cara. Todavía me estoy recuperando”, dice entre risas.
El próximo 22 de enero de 2026 sabremos si Dwayne Johnson es uno de los que puede optar a la estatuilla.