El actor criticó la experiencia de una excompañera con la depresión posparto y ella le plantó cara
Tom Cruise se ha fraguado una imagen de hombre de acción, educado, sonriente, amable y altruista que le ha ayudado a convertirse en uno de los nombres más populares y con más poder de Hollywood. Pero, como todo el mundo, alguna vez ha metido la pata. Hace 20 años la metió hasta el fondo. Fue con la actriz Brooke Shields y tuvo que pedirle perdón.
Brooke Shields y Cruise coincidieron en la película Amor sin fin (1981). Dirigida por Franco Zeffirelli, la historia es la de dos jóvenes enamorados, Jade Butterfield (Shields) y David Axelrod (Martin Hewitt), cuyo amor es imposible por culpa de sus familias y las circunstancias. Cruise dio vida a Bill, uno de los amigos del protagonista.
Cruise y Shields fueron en su día muy cercanos, pero la relación cambió cuando la intérprete publicó sus memorias Down Came the Rain: My Journey Through Postpartum Depression (2005) y habló en ellas sobre su depresión posparto. La actriz contó que tomó antidepresivos para hacer frente al trastorno. Ese mismo año, Cruise apareció en el programa Today para promocionar su película La Guerra de los Mundos y acusó a Shields de ser una “irresponsable” y afirmó que la medicación “no cura nada”.
En la entrevista que le hizo Matt Lauer, Cruise explicó con condescendencia la psiquiatría y acusó a la intérprete de difundir “información irresponsable” para luego hacer proselitismo de la Cienciología afirmando que la psiquiatría es una “pseudociencia”. “Antes de ser cienciólogo, nunca estuve de acuerdo con la psiquiatría, y luego, cuando empecé a estudiar la historia de la psiquiatría, empecé a comprender cada vez más por qué no estaba de acuerdo con ella”, afirmó.
Shields respondió al actor con una carta abierta en el New York Times titulada War of Words. Con ironía, dijo que el actor nunca había sufrido una depresión posparto y, por lo tanto, no estaba en condiciones de hacer comentarios al respecto.
“Comentarios como los de Tom Cruise son un perjuicio para las madres de todo el mundo”, escribió. “Sugerir que me equivoqué al tomar medicamentos para lidiar con mi depresión y que, en cambio, debería haber tomado vitaminas y hecho ejercicio demuestra una absoluta falta de comprensión sobre la depresión posparto y el parto en general. Si algo bueno puede sacarse de la ridícula diatriba del señor Cruise es que esperemos que le dé la atención que tanto necesita a una enfermedad grave”.
La “sincera” disculpa de Tom Cruise

Paramount Pictures
Cruise pidió perdón a Shields, quien describió la disculpa como “sincera”. La actriz contó lo ocurrido en The Tonight Show en 2006 con Jay Leno como presentador. “Vino a mi casa y me ofreció una disculpa sincera”, indicó. “Se disculpó por haberme involucrado en todo esto y por todo lo sucedido. Y, a pesar de todo, me impresionó mucho su sinceridad. En ningún momento sentí que tuviera que defenderme, ni que intentara convencerme de nada más que de que lo sentía profundamente. Y lo acepté”.
En 2025, la actriz volvió a hablar de lo ocurrido. “No fue la mejor disculpa del mundo, pero es lo que él era capaz de hacer y la acepté”, contó en su libro Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old: Thoughts on Aging as a Woman (2025).
Shields destaca en su libro que fue la maternidad lo que hizo que plantara cara a Cruise. “Si Tom me hubiera atacado públicamente antes de ser madre, probablemente me habría quedado callada. Habría ignorado su ridículo discurso”, escribió. “Quizás me habría conformado con quedarme de brazos cruzados mientras este hombre tan famoso secuestraba mi experiencia para promover sus propios (delirantes) intereses. Me habría conformado con que su comportamiento hablara por sí solo… Una década antes, incluso podría haberme arrepentido de compartir mi historia o haberme sentido insegura de que mi carrera se estuviera estancando mientras una poderosa estrella de cine me señalaba, segura de que nunca tendría una oportunidad en esa lucha”.