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El trigo y el girasol son un paliativo ante el quebranto financiero del productor
“Argentina se encamina a una superproducción de girasol. Eso va a afectar la rentabilidad del productor, porque no va a haber espacio para todos”, dice el corredor chaqueño Ariel Ojeda.
“Los productores agrícolas chaqueños están en situación de quebranto porque no debemos olvidar de que vienen de tres campañas para el olvido, que les generaron deudas y que hoy, pese a una buena campaña, no alcanzará para sacarlos del pozo”, dijo el corredor de granos, cereales y oleaginosas Ariel Ojeda, quien compartió un panorama detallado sobre la situación actual del trigo y el girasol.
El empresario chaqueño destacó que los mercados internacionales se mantienen estables, aunque con precios moderados, mientras que en Argentina el contexto político y económico genera un dinamismo particular.
“Tenemos unos mercados que están todos en una situación muy tranquila en el mundo”, explicó Ojeda. “Argentina se movió un poco más estos días porque fue una locura. El jueves, antes del feriado, parecía que íbamos a un default, con un tipo de cambio de 2000 pesos, y después anuncian 40.000 millones de dólares”, dijo en diálogo con Agroperfiles Radio.
LAS COTIZACIONES
En cuanto a las cotizaciones, detalló que los valores locales se mantienen “por encima del promedio mundial”.
“Estamos comercializando trigo casi al mismo nivel que Chicago, una soja en torno a los 470.000 pesos y un maíz que ronda los 180.000. Dentro de todo, estamos para dar pelea”, expresó el analista, quien remarcó que el país se encuentra en una posición particular frente al resto de los mercados.
CRÉDITOS CERRADOS Y DIFICULTADES FINANCIERAS DE LOS PRODUCTORES
La última lluvia trajo alivio al campo chaqueño, sin daños en el trigo que aún está para cosechar. Sin embargo, las dificultades financieras de los productores siguen marcando el rumbo. “Venimos de un año malísimo de maíz y soja fracasado”, señaló Ojeda. “Mucha buena gente tiene problemas en los bancos y créditos cerrados, no porque actuaron mal, sino porque no cosecharon nada”, recordó.
Por eso, el especialista no dudó al afirmar que “el productor que tuvo la posibilidad de sembrar trigo lo va a vender ahora”. Según detalló, los valores actuales rondan en los 180 y 185 dólares, “los mismos que Chicago”, lo que representa una oportunidad para cumplir obligaciones.
“Aquel que no tiene compromisos puede aguantar hasta marzo, cuando el valor podría mejorar unos 10 dólares, pero no es una diferencia significativa”, aclaró.
Ojeda sugirió además que quienes puedan hacerlo “usen herramientas financieras para dolarizarse antes de las elecciones”, como cauciones, bonos o fondos de inversión con tasas altas. “Pero no todos pueden aguantar; los productores del Chaco están vendiendo porque necesitan el dinero; realmente venimos muy mal”, lamentó.
GIRASOL, UNA SUPERPRODUCCIÓN QUE AMENAZA LOS PRECIOS
Las lluvias recientes beneficiaron a los lotes de girasol en el Norte del país, aunque ese repunte productivo podría transformarse en un arma de doble filo. “Entre Chaco y Santiago del Estero vamos a tener casi 500.000 hectáreas”, estimó Ojeda.
“Argentina se encamina a una superproducción de girasol. Eso va a afectar a la rentabilidad del productor, porque no va a haber espacio para todos”.
El especialista explicó que “la capacidad de molienda en el país ronda los 3,8 millones de toneladas”, pero que la cosecha podría superar los 5 millones. “No hay condiciones para que el girasol suba”.
“Aunque en Europa valga más, acá tenemos una superproducción, y los compradores van a tratar de bajar el precio por oferta y demanda”, alertó.
Frente a este panorama, recomendó “mantener precios entre 320 y 330 dólares” durante noviembre y diciembre, aunque advirtió que podrían bajar si se confirma la sobreoferta.
“No creo que aparezca alguien ofreciendo 350 dólares por girasol. No hay lugar, y la coyuntura local está por encima de la internacional”, remarcó.
ESTRATEGIAS IMPOSITIVAS Y LOGÍSTICAS
Ante las consultas sobre las alternativas logísticas y fiscales para los productores, considerando que muchos intentan postergar la entrega del girasol por cuestiones impositivas, el analista fue claro: “Se puede embolsar el girasol, siempre que esté bien seco. No es lo más recomendable, pero es una opción viable hasta enero”.
Advirtió, sin embargo, que “el embolsado tiene un costo pequeño y ocupa mucho espacio”, y que el grano no debería almacenarse más de dos meses. “Después de marzo empieza la cosecha del Sur, así que hay que estar listos para vender en febrero o marzo, cuando el precio podría mejorar a 340 dólares”, indicó.
También destacó la importancia de prever la logística, al señalar que “hay que asegurarse desde ahora un grupo de camioneros que se comprometan a ir y venir, porque después de las Fiestas hay mucha demanda y las fábricas están en Córdoba y Rosario. Eso también es parte del negocio”.
“LO URGENTE NO DEBE GANARLE A LO IMPORTANTE”
Ojeda retomó un aspecto humano del trabajo rural, tal como la presión por vender rápido ante la necesidad económica. “A veces, lo urgente le gana a lo importante. La necesidad de dinero hace que el productor venda mal su cosecha”, reflexionó. “El productor chaqueño necesita volver a tener elección, como elegir el puerto, el flete, las condiciones. Hace dos años que no tiene esa posibilidad”, indicó.
Y remarcó: “Esta puede ser una nueva etapa para el campo chaqueño. Esperemos que este sea el comienzo de una nueva era. El productor fue castigado, pero ahora puede empezar a dar pasos, cancelar compromisos, pagar parte con trigo y parte con girasol, financiarse para la semilla de soja”.
De cara al futuro, Ojeda planteó la necesidad de educación financiera en el agro. “Hay que enseñar que existen herramientas para maximizar la cosecha sin tener que mirar el silo esperando una devaluación. Eso no es sano”, sostuvo. Su empresa, Ojeda Agropecuaria, impulsa un programa para difundir este conocimiento entre los productores.
PROFESIONALIZACIÓN DEL MERCADO
El analista cuestionó las prácticas de especulación del pasado y celebró el rumbo hacia un mercado más profesional. “Cuando existía el dólar soja, no sabíamos ni cuánto valía en Chicago. Hablábamos entre colegas y nadie miraba el clima ni los precios internacionales. Estábamos esperando que alguien cambiara el valor del dólar de un día para otro. Eso fue una locura”, recordó en diálogo con Agroperfiles.
A su juicio, el desafío es recuperar la confianza y la previsibilidad. “Ojalá no vuelva nunca más eso de fijar precios a dedo. El modelo actual apunta a que se gane con las reglas del mercado, y eso es lo que tiene que pasar”, afirmó.
Finalmente, Ojeda dejó un mensaje alentador para los productores del Norte. “Soy orgulloso de mi Chaco. El 1 de marzo no veíamos nada para adelante, y ahora vemos mucho. Lo bueno es que depende de nosotros, y cuando depende de nosotros, las cosas salen”, finalizó.
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