
Cuando el maestro del terror publicó la novela tuvo una avalancha de quejas, así que entendió que los productores de la película no asumieran el mismo riesgo
Desde que publicase su primera novela, Carrie, en 1974, Stephen King no ha dejado de seguir creciéndose como uno de los autores más prolíficos de la literatura actual. El escritor, apodado merecidamente como “el Rey del terror”, es un auténtico referente en la literatura de terror, pero también de fantasía, misterio, ciencia ficción y thriller y combinaciones varias entre los distintos géneros.
50 años después de su primera novela, King ha escrito 65 novelas y cientos de relatos cortos, siendo la última de ellas, Never Flinch, publicada el pasado mes de mayo de este mismo año. Asimismo, su trabajo ha inspirado a multitud de producciones audiovisuales durante décadas, siendo la propia Carrie objeto de su adaptación cinematográfica en 1976, apenas dos años después de su publicación.
Desde entonces, es más fácil contar las obras de King que no han sido adaptadas que las que sí, siendo algunas de ellas sido objeto, de hecho, incluso de varias versiones. Este 2025 sin ir más lejos hemos visto la adaptación de su relato de The Monkey de Osgood Perkins, la de La larga marcha por parte de Francis Lawrence y la nueva serie de HBO IT: Welcome to Derry está ambientada en el universo que el autor creó en si mítica It (Eso).
El autor, quien además es un auténtico fan del cine y las series y es conocido por sus recomendaciones en redes sociales, ha participado en algunas de las adaptaciones y nunca se ha cortado en dar su opinión. Sus favoritas, tal y como enumeró recientemente en X: Misery, Cadena perpetua, La milla verde y Cuenta conmigo.
Tal y como cabe esperar de un autor que ve su obra adaptada, King agradece cuando una película hace justicia a su obra, pero hace 42 años la adaptación de una de sus novelas cambió el final de su libro y el escritor reconoció que estaba agradecido por ello. Al parecer, el final del libro le había hecho recibir tantas quejas por parte de sus lectores que él mismo era consciente de que evitar su trágica escena final era lo mejor.
La película en cuestión es Cujo, de 1983, una versión cinematográfica del libro homónimo de de King sobre un perro enorme que se vuelve salvaje.
La película estaba protagonizada por Dee Wallace, en ese momento en su momento cubre tras haber encarnado a la madre de Elliot en E.T. El extraterrestre de Steven Spielberg, y llegaba en un momento en el que Stephen King se había consolidado como autor y su nombre era sinónimo de éxito para cualquier proyecto.
En la película, tras la mordedura de un murciélago mientras cazaba un conejo, un perro San Bernardo llamado Cujo, contrae rabia y, a medida que se pone más enfermo, comienza a volverse violento. Tras asesinar a su dueño, el perro comienza a atacar a los demás.
En el proceso de adaptación, sin embargo, decidieron cambiar un momento crucial del final: el ataque del perro al niño protagonista, Tad Trenton, interpretado por Danny Pintauro. Aunque el libro originalmente lo muestra despedazado, los cineastas revirtieron la decisión.
“Todos votamos. El productor, el director y yo”, reveló la actriz protagonista Dee Wallace a Remind, tal y como recoge FarOut Magazine.
Todos votamos por no matar al niño al final, como hace Stephen (King) en el libro. Cuando se estrenó la película, [el autor] llamó a mi productor y le dijo: ‘Gracias a Dios que no mataste al niño’. Nunca había recibido tantos mensajes de odio por nada como por matar al niño al final de Cujo
Cujo: Tres días de terror está disponible en ‘streaming’ a través de los catálogos de Filmin y SkyShowtime.