A Alba Flores le costó mucho cantar. A ella, que lleva en el ADN ser la banda sonora de España. También se le hizo un mundo preguntar sobre su padre. Las dos cosas, en realidad, están relacionadas. Ambas vienen de la pérdida, la de Antonio Flores, que falleció cuando ella solo tenía ocho años. Él, el Loliyo, el rockero gitano, el hijo de Lola Flores y El Pescaílla, el hermano de Rosario y de Lolita; murió de pena a los 33 años. Se fue 14 días después de que su madre, La Faraona, lo hiciera. Alba, el día que su padre falleció, recuerda que estaba “un poco enfadada con él” porque le notaba distante y no le hacía caso. No era consciente de que dentro de él habitaba la pena más grande. No fue a su funeral y su tumba la visitó ya de mayor. Pero Alba está preparada para dar un paso de gigante: preguntar sobre Antonio Flores. Bueno, en realidad, mucho más que eso: la actriz ha decidido enseñárselo al mundo en Flores para Antonio, un conmovedor y honesto homenaje a su padre con el que intentar entenderle y abrir la puerta a que su familia pueda hablar de él de nuevo.
Flores para Antonio, dirigida por Isaki Lacuesta y Elena Molina, arranca con Alba preparándose para cantar en un escenario, el que acogió el 23 de noviembre de 2023 el concierto colectivo en homenaje a su padre Arriba los corazones. Fueron muchos los artistas invitados, pero el momento más importante fue el de Alba, que cantó la mítica ‘No dudaría’. Prepararse para el evento despierta en ella muchas cosas y Flores para Antonio se convierte en un testimonio del legado, de la carrera y de la vida del músico; pero también es la historia de una hija buscando respuestas sobre su padre.
Sus tías Lolita y Rosario, el amigo de su abuela Juan ‘El Golosina’, su madre Ana Villa, los cantantes Joaquín Sabina y Antonio Carmona y más personalidades de la vida de Antonio responden a las preguntas de Alba sobre su padre. Incógnitas sobre cómo era él como músico, como hermano, como hijo, como amigo y como pareja. Con ellos, Alba conoce la faceta musical de su padre, alguien que compuso con sus hermanas y que se convirtió en uno de los más grandes de la industria, demostrando que el talento iba más allá de eso de apellidarse Flores. Pero Alba también busca los demonios de su padre, sus pasiones, sus virtudes y sus defectos, sus caídas y recaídas; y así llenar los huecos de una figura de la que tiene pocos recuerdos.
La parte más personal de los Flores

A Contracorriente Films
Lo mejor de Flores para Antonio es su honestidad. El documental es muy sincero y muestra material inédito de Antonio, tanto artístico como personal. Hay vídeos y fotos familiares, dibujos, maquetas y lugares; elementos que representan la generosidad de Alba con el público. Y, cuando decimos que es honesto, es porque no evita hablar de la adicción a las drogas de Antonio. Alba pregunta a sus tías, a su madre y a los amigos sobre ello. Hay incluso un momento, ya cerca del final, en el que Alba lee la autopsia de su padre. La prueba definitiva de que Flores para Antonio es un documento con una carga de verdad y valentía descomunal.
Es emocionante y conmovedor tener acceso a imágenes tremendamente personales y privadas de Alba con su padre. Como el vídeo en el que ella canta por primera vez. Fue con Antonio, por supuesto. Él a la guitarra. Ella, pequeña y tumbada en el sofá, entonando lo que le salía en ese momento. “Mi vida, tú cántame. Llévatelo adonde más cómoda estés de voz. ¿Vale?”. Pues qué bonita le ha quedado a Alba esta canción en forma de documental.