Cuesta creerlo, pero antes de The Mandalorian no habíamos tenido ninguna serie de acción real basada en Star Wars. Sí, claro, los fans podían resarcirse del mono galáctico con Ewoks, Droids, Clone Wars o Rebels, pero Pedro Pascal inauguró un nuevo micro-universo dentro de la saga que ha sido de lo más prolífico. Desde 2019, cuando se estrenó el primer episodio, Disney+ ha lanzado ya otras 6 series de acción real, pero ninguna ha llegado al nivel de iconicidad de la original. Tanto que, rizando el rizo, ahora se ha convertido en película.
El mandaloriano contraataca
Nadie sabe muy bien cuál es el objetivo de The Mandalorian y Grogu: ¿Es el final de la serie? ¿Un nuevo comienzo? ¿La prueba para ver si Star Wars sigue resistiendo fuerte en taquilla, o si los spin-offs televisivos dan dinero? En buena manera, el futuro de la franquicia depende de esta adaptación, pero, más allá de su primer tráiler, poco sabemos aún. De hecho, hay quien se pregunta de qué demonios va a ir la película y, sobre todo, qué pintan en ella algunos personajes.
Es el caso de Ward, el personaje de Sigourney Weaver, que es una antigua piloto rebelde que ha hecho carrera como oficial de la Nueva República: ante la falta de un villano claro en la película (está Embo, salido de Clone Wars, pero es un mero cazarrecompensas, no un gran malvado), muchos creen que Ward dará un giro y pasará de ser heroína a villana, trabajando en secreto para el Imperio. ¿O quizá sepamos más sobre el retorno del Gran Almirante Thrawn para preparar el gran crossover con el que sueña Dave Filoni? ¿Y si Moff Gideon sobrevivió? Muchas preguntas que, de momento, quedan sin respuesta.

Lucasfilm
Además, según vemos en el tráiler, veremos al hijo de Jabba el Hutt, Rotta el Hutt, muy musculoso para ser parte de su especie (¿tendrá unión con Grakkus, el hutt que se enfrentó a Luke Skywalker en los cómics de Star Wars?), además del retorno de una vieja amiga: la Razor Crest, la nave original de Mando. Aún no está claro qué va a pasar, pero sutilmente Lucasfilm va dejando ciertas miguitas de pan para que las vayamos siguiendo. El problema es que no sabemos en qué dirección hacerlo.