Scott Cooper dirige al actor de ‘The Bear’ en el ‘biopic’ de uno de los mayores artistas de todos los tiempos
Un día Scott Cooper recibió un email con el asunto ‘Nebraska‘. El cuerpo no era mucho más detallado. Le preguntaban: “¿Eres fan de Nebraska, de Bruce Springsteen?”. Su rápida respuesta -“¿quién no lo es?”- le confirmó como el director perfecto para llevar a la gran pantalla el libro de Warren Zanes, Deliver Me from Nowhere, publicado en 2023. Cooper, director de títulos como la destacable Corazón rebelde (2009), había sido fan de El Boss toda la vida, por lo que recibir ese mensaje fue como un regalo del cielo.
Escribió un guion basado en el trabajo de Zanes y se encargó de llevarlo en persona a la casa de Springsteen y leérselo de la primera a la última palabra mientras descansaba a causa de una úlcera péptica que le había obligado a parar la gira. “Fue muy estresante leerle mi guion a Bruce mientras yo estaba leyendo todos los diálogos, toda la acción, representándolo. Por suerte, al principio de mi carrera fui actor, así que eso ayudó, pero aun así estaba muy nervioso. Cuando terminamos, Bruce empezó a aplaudir y dijo: ‘Me encanta, hagamos esta película“, declara Cooper en una entrevista con SensaCine.
Este 24 de octubre por fin llega a cines la película que entusiasmó a Springsteen y que le invitó a contar una etapa oscura de su vida. Springsteen: Deliver Me from Nowhere cuenta cómo el artista, tras terminar gira de su álbum The River, se encerró en una casa de Colts Neck, en Nueva Jersey, para descansar y componer. Aislado del mundo, el artista comenzó a pensar en los fantasmas de su pasado y lidió con los efectos de una depresión que aún no sabía que tenía. En este estado mental fue como compuso Nebraska, un álbum que no quiso promocionar ni girar. Ni siquiera quiso que su cara apareciera en portada.
Bruce estaba en su punto más bajo, en su punto más vulnerable, en su momento más oscuro. Esto fue antes de saber que sufría de depresión, antes de buscar ayuda. Ha sido muy público al decir que estaba mirando al abismo
“Bruce nos llevó a mí, a mi director de fotografía y a mi diseñador de producción a la casa original donde se grabó Nebraska. Se sentó en una cama y nos explicó dónde estaba cada cosa en la habitación, cómo se sentía, cuáles eran los colores. Había algunas fotografías de la época, así que pudimos recrearlas con gran detalle y minuciosidad. Cuando entró en el set, dijo: “¡Dios mío, parece que acabo de estar aquí!”, desvela Cooper.
Misión: encontrar al Bruce perfecto
No es nada fácil encontrar un actor capaz de condensar la energía y el carisma de alguien como Bruce Springsteen. Y, menos aún, alguien que pueda meterse en la atormentada mente del artista en sus momentos más bajos. Cuando dieron con Jeremy Allen White se dieron cuenta de que habían dado con el pilar de la película. “Jeremy, como actor, no teme adentrarse en esas emociones, a mostrar esa fragilidad: el estado mental de Bruce, su crisis. Jeremy es un joven actor intrépido, y Bruce es muy valiente al permitirme mostrar este capítulo tan vulnerable y doloroso de su vida. Estoy agradecido de que hayamos podido hacerlo de una manera tan despiadada y honesta”, cuenta el director.

20th Century Fox
Pero él no dijo que sí de inmediato. “No porque no fuera emocionante, sino porque se trataba de Bruce”, admite White en las notas de producción de la cinta. Después Scott Cooper le desveló que Bruce había visto su trabajo y pensaba que era el candidato ideal, pero, sobre todo, se dio cuenta de que se trataba de interpretar a un hombre en su proceso de creatividad. “Creo que incluso sin él en el set, cuando me preparaba para la película, ya había mucha presión porque es muy conocido. Siento que su relación con sus fans y el público es muy específica. La relación de un músico con sus fans es muy específica porque están siempre presentes”, explica Jeremy Allen White a SensaCine.
Bruce Springsteen estuvo muy involucrado en la producción y asistía a las grabaciones frecuentemente. Algo que fue intimidante para el actor protagonista y, al comienzo, le distraía en su intento de “crear suficiente delirio como para, por un breve instante, engañarse a uno mismo y creer que te encuentras en una situación diferente”.
Intentaba retratar a este hombre y cualquier delirio que pudiera crear se desmoronaba porque lo veía allí y pensaba: ‘Oh, soy un fraude. Esto no es real. Tú sí lo eres’
Pero pasó el tiempo, Allen se acostumbró a su presencia y a interpretar esta época de la vida del cantante y se dio cuenta de que era “un gran apoyo” que estuviera en el rodaje. “Finalmente me dio mucha confianza, porque me di cuenta de que en su presencia había mucha libertad, no solo para mí, sino también para Scott Cooper, Jeremy Strong y Stephen Graham, quien interpretaba a su padre. Que él estaba ahí para mantenernos honestos“, subraya el intérprete, “mirando atrás, estoy muy agradecido de que estuviera allí tan a menudo. Habría sido extraño si hubiera estado disponible o a 45 minutos de su casa mientras rodábamos y no estuviera. Habría parecido mal. Habría parecido que estábamos haciendo algo sin su permiso”
Springsteen: Deliver Me from Nowhere llega a los cines este viernes 24 de octubre.