Un punto junto a la comisura de los labios de Kesha llama la atención en la portada. Esto simboliza el proceso traumático que ha pasado la cantante durante los últimos diez años: un punto pequeño que sería la representación de la sumisión, la degradación, la pena a la que ha tenido que verse expuesta. Porque Kesha Rose Sebert es otro ejemplo (uno más) de ser víctima de la violencia sexual (en este caso por el capo de su sello discográfico en aquel momento). Desde que empezó a despuntar en el mundo de la música ficharía por el sello de Dr. Luke Kemosabe Records. Tras éxitos mundiales como “Tik Tok” o “Your Love Is My Drug» que se incluyen en su primer disco Animal (2010), la carrera de Kesha no paraba de crecer como la espuma. Todo se fue al traste cuando tuvo que ser ingresada en un centro de rehabilitación por trastornos alimenticios. Después de su restablecimmiento, la artista denunció por vejaciones y acoso sexual a Dr. Lukey a partir de ahí empezó su particular cruz de demandas y contrademandas hasta que ha conseguido desligarse de ese sello discográfico y por fin ser libre. Ese punto rosa que hay en la portada lo inundaba todo y era una nube negra en su cabeza. Ahora sólo es una pequeña secuela de la que, seguramente, este nuevo disco servirá para ir sanando.
Con este . (Período) (Registros de Kesha2025) la californiana pretende festejar esta liberación y lo hace con un disco repleto de canciones que recupera a esa mujer que se lanzaba a la pista de baile sin prejuicios y actitud hedonista. Con el arranque de su propio sello discográfico nuestra mujer pretende llevar las riendas de su carrera sin tener detrás a nadie que la dirija y la manipule.
La canción inicial “FREEDOM.” arranca con un solo de piano que avanza hasta encontrarse con la voz de nuestra protagonista que, de forma muy sentida, grita a los cuatro vientos su libertad en versos como “Solo bebo cuando soy feliz y estoy borracho ahora mismo”, a ritmo de aventurados arreglos disco. Su gusto por la música country pone en relieve su astucia para las melodías resultonas con “YIPPEE-KI-YAY.” que es una suerte de pop con raíces, mientras que “DELUSIONAL.” despliega su pop panorámico y estribillo recauchutado en mucho emo.
Los ritmos sincopados y maquinales de “RED. FLAG.” o “BOY CRAZY.” tiene a la franquicia de Charli xcx como ejemplo a seguir, el pop sensual te atrapa en “LOVE FOREVER.” con unos arreglos de sintetizador muy toque francésy el final sirve para demostrarse a ella misma y a su público que está más viva que nunca y lo hace saber en “CATHEDRAL.” valiéndose de un estribillo doloroso a la par que esperanzador: “Soy la catedral / finalmente volver a casa / la vida fue tan letal / Pero soy el Salvador, soy el altar, soy el Espíritu Santo / Dolor mi ritual, temía a mi religión / pero yo era quien necesitaba perdonar / Oh, soy la catedral”.
Escucha Kesha – . (Period)