El auge del ‘true crime’ no ha encontrado techo y cada vez hay menos gente con miedo a reconocerlo. Vicente Garrido, un referente en la criminología en España, habla de ello con ‘Arpa Talks’
Hace tiempo que dejó de resultar sorprendente escuchar a un amigo, familiar o persona cercana admitir que escuchar podcasts o ver documentales ‘true crime’ era su mejor rutina de relajación a la hora de conciliar el sueño. Las producciones audiovisuales de diversa índole sobre sucesos reales llevan bastante tiempo estando de moda, pero su éxito, que cada vez engloba a más público, es cada vez mayor.
No hay más que ver el mercado para darse cuenta de que el ‘true crime’, al menos de momento, no ha encontrado su techo: mientras en las diferentes plataformas de ‘streaming’ se multiplican los documentales y también las series o películas de ficción basadas en crímenes reales, los podcast dedicados al género también se cuentan por decenas y son cada vez más los creadores de contenido que se enfocan en este contenido en diversas redes sociales como You Tube o TikTok.
Está claro que a la gente le gusta el ‘true crime’ y no solo eso, sino que cada vez hay más adeptos entre el género. O, quizá, sencillamente los hubo siempre y lo que ocurre es que cada vez existe menos gente con miedo a reconocerlo.
“En uno de mis libros, True Crime: La fascinación del mal, explico por qué la gente no tiene que avergonzarse de que le guste el crimen. Todo el mundo tiene como una especie de resquemor o pudor a decir que siguen los documentales ‘true crime’ o las noticias pero es lo más natural del mundo”, asegura el famoso criminólogo español Vicente Garrigo que ha dedicado su vida al estudio de la ciencia criminal y se ha convertido en uno de los principales referentes en la material en nuestro país.
El criminólogo visitaba el podcast Arpa Talks para hablar sobre criminología y su visión del mal el pasado mes de mayo y, entre otras muchas cuestiones quiso normalizar el interés por el crimen que sienten algunas personas, puesto que precisamente ese atractivo e interés fue una de las razones principales que le llevaron a dedicarse a ello.
“En nuestra familia nos ha interesado siempre mucho el crimen. Hemos leído muchas novelas policíacas, nos ha apasionado el cine… Y en mi casa era algo habitual hablar de los crímenes”, admitía Garrido en la entrevista. “Es una cosa interesante porque cuando esto lo comento con mis alumnos muchas veces se encuentran con la sorpresa de que en sus casas nunca nadie habla de los crímenes. E incluso está considerado de mal gusto”.
“Nos dimos cuenta que, de una manera intuitiva, el ser humano, debido a sus debilidades o peculiaridades, está unido al crimen. Y siempre lo hemos considerado como algo normal y no de mal gusto. Es consustancial al ser humano: todo lo que influye sobre su supervivencia al ser humano le apasiona y le fascina. Es verdad que hay grados. Hay gente muy sensible. Hay gente que no soporta hablar de la muerte y yo conozco gente que incluso nunca va a un cementerio, porque se va muy afectado, pero la pregunta es: ¿Acaso eso supone negar la realidad? ¿Acaso supone eso que no vamos todos a morir?”, reflexiona el criminólogo.
“Una sociedad no se puede entender si no se entiende el crimen”
Según cuenta Garrido, el que en su casa siempre se viera el tema como algo natural “sin mayores problemas, ni vergüenzas”, fue una de las primeras cuestiones que le llevaron a interesarse por el tema y, cuando empezó a estudiar psicología, se dio cuenta de que la psicología criminal era la gran olvidada de la carrera: “El crimen era como algo secundario y a mi me llamó la atención lo poco que se sabía y los pocos estudios que se habían hecho en España”.
“Realmente hablar con los criminales es muy interesante”, asegura sobre su recorrido y sobre qué es lo fascinante de entrar en el mundo del criminal. “A mí me suscitan numerosos interrogantes que tienen que ver con aspectos existenciales del ser humano. Me parece tan interesante como una buena novela existencial criminal. ¿Por qué siguen fascinando Crimen y castigo o Los hermanos Karamázov de Dostoyevski? Porque te está hablando de cosas muy importantes. Te habla de las relaciones familiares, del concepto de deber, de lealtad, de moral, de conciencia… Son cosas transcendentales en muchas áreas. Pero se llega a través del crimen y el crimen es un modo extraordinario para llegar a los rincones más profundos e importantes del ser humano y de la sociedad”.