Es una película estupenda, pero si te paras a pensar en su argumento no tiene ningún sentido
Originalmente, Christopher Nolan no sabía nada sobre la existencia de Interstellar. El que iba a dirigirla, de hecho, era el mismísimo Steven Spielberg. Sin embargo, Spielberg lo dejó todo para fundar DreamWorks, y tuvieron que buscar a alguien nuevo para el proyecto. ¿Y a quién sugirió el guionista, Jonathan Nolan? Pues, por supuesto, a su hermano Christopher. El resto ya os lo sabéis: Nolan escribió su propia visión del guion, donde añadía diatribas sobre el continuo espacio-tiempo, lo mezcló con el de su hermano e hizo una película recordada por toda una generación.
¡Vamos al peor planeta de todos!
Christopher Nolan trabajó en el guion durante cuatro años, tratando de hacerlo científicamente plausible, e incluso hizo el mayor número de efectos prácticos que pudo, dejando de lado el CGI en la medida de lo posible. El rodaje duró cuatro meses, donde, entre otros lugares, se decidieron por Islandia para mostrar los distintos planetas en los que se encontraban: uno de hielo y otro de agua (donde Anne Hathaway acabó teniendo hipotermia, por cierto).
Precisamente es en estos planetas donde Interstellar tiene un problema grave en el guion: cuando tienen los tres planetas frente a ellos, saben perfectamente que en el primero, cada hora equivalente a siete años en la Tierra, pero llegar al segundo (desde donde ya se mandaban datos positivos) y el tercero les haría perder meses. Sin embargo, si el tiempo apremia, ¿por qué no mirar primero los planetas donde no vas a perder siete años de vida en una hora, antes de decidir explorar el que más tiempo les iba a costar?
Por supuesto, la solución es obvia: la película necesitaba un salto de 20 años al futuro y, con propósito dramático, decidieron tirar por ahí. Además, nadie sabe exactamente hasta qué punto el tiempo se dilataba en su superficie, y, basándose en los pocos datos que tenían, parecía la mejor opción. En todo caso, seguro que la próxima vez que la ves, antes de aceptar ciegamente lo que dicen Coop y sus compañeros, le das una pequeña vuelta pensando “Un momento, ¿y si…?”.