“Sabía que algún día todo se reduciría a esto” comenzó diciendo el guionista de ‘Dragon Ball evolution’, globalmente odiada
Hay proyectos con los que los fans llevan décadas soñando que ningún estudio ha logrado llevar de manera eficiente a la gran pantalla. Podrían ser auténticos taquillazos, pero son tan complejos que lo único que consiguen los creativos y ejecutivos son fiascos monumentales. De todas esas producciones imposibles, Dragon Ball evolution es la reina indiscutible. La adaptación a acción real de la obra de Akira Toriyama fue tan nefasta que es el mejor ejemplo de lo que no hay que hacer.
De hecho, la mayoría de profesionales involucrados en la película terminaron pidiendo perdón. Sin ir más lejos, su propio protagonista, Justin Chatwin, quien rindió homenaje a Toriyama tras la muerte de éste en 2024 y aprovechó para disculparse: “Descansa en paz, hermano. Y lamentamos haber arruinado tanto esa adaptación”.
Pero no ha sido el único. En 2016, Ben Ramsey, guionista de la cinta, también ofreció una larga disculpa. “Sabía que algún día todo se reduciría a esto. Dragon Ball Evolution marcó un punto creativo muy doloroso en mi vida. Que algo con mi nombre como guionista sea tan criticado globalmente es desgarrador. Recibir mensajes de odio de todo el mundo es desgarrador. Pasé tantos años intentando desviar la culpa, pero al final todo se reduce a lo escrito y asumo toda la responsabilidad por lo que fue una gran decepción para tantos fans”.
Me embarqué en el proyecto buscando un buen sueldo, no como fan de la franquicia, sino como un empresario que acepta un encargo. He aprendido que cuando te embarcas en un proyecto creativo sin pasión, obtienes resultados deficientes y, a veces, simplemente basura
Aunque Ramsey tiene parte de la culpa de que el resultado final fuese decepcionante, no fue el único. El estudio llevó a cabo una serie de decisiones que, sumadas en su conjunto, hicieron que la película se percibiera prácticamente como un insulto al material de Toriyama -quien, por cierto, también pensaba que no capturaba la esencia del universo que había creado-.
Todos estamos de acuerdo en que la mitología de Dragon Ball es muy complicada de adaptar, pero la película se alejó tanto del espíritu y la estética que podría haber llevado otro título. Los personajes no tenían las mismas motivaciones que en el material original y los diálogos eran tan simplones que la historia, sencillamente, era sosa y aburrida. Además, como declaró el actor protagonista, le prometieron una gran producción que sobrepasaba los 100 millones de dólares de presupuesto, pero cuando llegó al rodaje se encontró una inversión de apenas 30.
Recaudó 58 millones de dólares en todo el mundo, lo que supuso más que el presupuesto, pero la acogida fue tan negativa que posiblemente ningún estudio más se atreva a adaptar el manga.